Estén preparados para otro Lehman

Algo se cierne sobre los mercados y la gran mayoría de los inversores ni lo sospechan. Hay muchas empresas financieras en el mundo y realmente alguna que otra no están pasando precisamente por su mejor momento. Véase el caso del Deutsche Bank por ejemplo, que cotiza en mínimos históricos y al que el mercado le da una probabilidad ya superior al 15% de quiebra que no se muestra en el siguiente gráfico puesto que no está actualizado. Pero el precio de las acciones ya se encuentra en los 8,62 euros y eso implica que también está por debajo de los mínimos del 2009.

Pero siempre podemos pensar que este tipo de valores tan sistémico acabará siendo salvado por los gobernantes.

Luego tenemos otro tiempo de empresas, que originalmente no son financieras pero que debido a su gigantesco tamaño han desarrollado actividades financieras precisamente de financiación, y que han acabado teniendo un tamaño mucho mayor al que pueda tener un gran banco.

Cuando Charles H. Dow y Edward D. Jones crearon el índice Dow Jones Industrial Average con 12 empresas en 1882, una de ellas era General Electric (GE). De hecho, era la única originaria desde su comiendo y digo era porque el pasado verano fue excluida del índice por su baja capitalización.

En este caso no podemos hablar ni mucho menos de mínimos históricos, ni siquiera de mínimos por debajo de los mínimos de 2009. Pero esta megaempresa está en problemas. En el año 2009 salvó el «match ball» porque realmente bajaron todos los componentes del Dow Jones y por extensión todas las acciones de todas las bolsas del mundo. Pero ahora, con un Dow Jones a años luz de los máximos del año 2000, cuando GE cotizaba en 61 dólares, ayer cerró en 8,17.

Sin duda, un claro ejemplo de que las empresas también crecen, se desarrollan y finalmente mueren. O cuanto menos eso es lo que parece que piensan los inversores más inteligentes del mercado, los inversores en bonos, cuya intuición hace que hayan pasado a exigir rentabilidad extremadamente altas por comprar deuda perpetua de esta empresa.

Mal augurio y como decía mi abuela: «Lo que mal comienza, mal acaba».

Esta es la situación actual de la 80º empresa estadounidense con 313.000 empleados por lo que sigue siendo «Toobig to fail», pero habrá que preguntarse si podrán sostenerla cuando el colapso parece que ya ha comenzado a pasar que las agencias de calificación aún mantienen a GE como una compañía con grado de inversión. También sabemos qué calificación tenía LehmanBrothers antes de su colapso.

Tiene encima de su dinero una bomba de relojería que no sabemos si podrá ser desactivada a esta altura de los acontecimientos. Una bomba de casi 80.000 millones de dólares de deuda de los cuales un poco más de 20.000 vencen antes del 2020.

Tic, tac, tic, tac,…

Eduardo Bolinches

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